Una palabrita, con mucho que decir

Mucho antes de que algún egipcio o sumerio, inventara la cerveza, el ser humano comenzó a distanciarse del resto de las bestias utilizando el lenguaje, el poder de la comunicación, que creció, palabra a palabra.

Lo que comenzó, como Grrr, Grouf, Errr y demás sonidos, de muy diversa etiología, paso a ser Ei!, Oye!, Cuxa, una evolución importantísima que permitió a nuestros antepasados peludos desarollar el arte de la comunicación.

Sin embargo, la natural evolución del lenguaje se truncó, dejaron de usarse los útiles monosílabos para llegar a palabras cada vez más elaboradas y rebuscadas, convirtiendo el lenguaje en algo burgués indigno de un ser tan incivilizado como carismático, el hombre de Cro-Magnon, lo cual seguramente causó su extinción, incapaz de defenderse de los insultos, calumnias e improperios del Homo Sapiens.

Pero a lo que íbamos, sin más demora, puedo denunciar, y denuncio, la excesiva evolución del lenguaje, llegando a ser soez y mezquino, creando palabras, que por sí solas causan pavor. Una de ellas, y la que me ha llevado a escribir mi primer artículo como bloggero es Hippopotomonstrosesquippedaliofobia Sí! es una palabra, una solo, aunque tengas que entornar los ojos y acercarte al monitor para leerla a ritmo de un niño de preescolar.

Como veis, es una palabra de origen latino, los más degenerados de todos los lingüistas, ¿realmente era necesario crear una palabra tan larga para definir algo? Seguramente no, pero, supongo que por aquellos tiempos de espadas, sodomía, y planetas planos, seguramente, también tenían drogas.

Pero quedémonos con la palabrita en cuestión, Hippopotomonstrosesquippedaliofobia que he vuelto a poner para que volváis a cerrar un poco los ojos y os cuestionéis vuestro nivel de lectura, aquellos, que decidieron crear la palabra, y su significado, sencillamente, eran unos cabrones.

Como acaba en fobia, muchos sabréis que que se trata de un miedo, miedo a algo, concretamente esta palabrita significa, miedo a las palabras largas, en fin, que hay que tener mala ostia, por crear un problema tremendo, ¿como se le dice a un señor, sea de Murcia, o de donde quiera ser, que tiene miedo a la palabras largas sin acojonarlo vivo? Yo desde entonces, me revuelco por la cama incapaz de conciliar el sueño.