lunes, 17 de marzo de 2008

Biblia alternativa

Libro primero. GENESIS


Capitulo primero. La creación del nuevo mundo.

El aburrimiento de Dios crecía día a día desde que hace 3 meses había sido despedido de su trabajo por llegar, completamente borracho y medio desnudo, casi 3 horas tarde a su antiguo puesto de control de calidad de pañales para bebes de 2 a 4 meses.

Su mujer, Yaneth, trabajaba 12 horas diarias con el fin de lograr pagar los gastos y mantener al holgazán de su marido y por tanto, Dios, pasaba los días sólo en casa a la espera de una oferta de trabajo o el perdón de su antiguo jefe. La soledad de la casa se le echaba encima las tardes se hacían muy largas y las cervezas muy cortas.

Pero una de esas tardes, pasó algo asombroso, Dios se levantó del sofá y se dirigió como ya era un hábito, hacía la nevera para coger un botellín de cerveza y posiblemente, algunos cacahuetes para acompañar.

- Estoy harto de este panizo. -Murmuró Dios.

No obstante aquella tarde no quedaban cervezas en la casa. Dios se quedó alrededor de un minuto parado ante la nevera sin saber muy bien que dirección tomar. Buscando con la mirada un nuevo objetivo, pero sin atreverse a mover un pie, dio con la solución.

Yaneth, antes de marcharse al trabajo, le dijo que dejaría el ordenador encendido descargándose el último disco de Julio Mezquitas. Y se dijo a sí mismo:

- Es un buen momento para ir al ordenador, no tengo que encenderlo.

Dios se acercó al ordenador con la intención de buscar trabajo, así que abrió su buscador favorito y escribió “TRABAJO”, desgraciadamente las primeras 7 páginas estaban dedicadas a ciertos trabajos que señoritas de libre moral realizaban con sus bocas a ciertos señores con cara de haberle tocado la lotería, así que no tardó Dios de olvidar su principal misión y evadirse en el mundo pornográfico de Internet.

Las horas pasaron volando para Dios que, solo despertó de su letargo erótico con el sonido de la puerta a la llegada de su mujer mientras el precisamente, estaba a mitad de un estupendo concierto de zambomba y clicks con el ratón.

Consiguió apagar el ordenador estirando de un montón de cables que salían de el y bajó raudo hacia el sótano con la intención de aparentar estar trabajando en algún proyecto creíble, para desviar la atención del ordenador.

Unos 7 u 8 minutos después del incidente se entreabrió el sótano y se oyó la voz tenue de Yaneth.

- Dios, Dios, Dios ¿estás ahí? - preguntó Yaneth con temor a escuchar una respuesta.

- Emm ¿Yaneth? ¿eres tú?

- Claro que soy yo Dios, ¿qué demonios haces en el sótano? Te he estado buscando por toda la casa. ¿Qué demonios le ha ocurrido al ordenador?

- Baja cariño, apenas puedo escucharte desde aquí.

Yaneth bajó las escaleras no sin cierto temor hacía Dios y volvió a preguntar desde el último peldaño:

- ¿Qué estás haciendo aquí Dios? -preguntó con voz firme.

- Oh, nada cariño, recordé que compramos aquella pelota hinchable gigantesca en las vacaciones de hace dos años, y bajé para inflarla – dijo con voz temblorosa.

Yaneth le miró estupefacta, pensando que tanto tiempo encerrado en casa terminaría por volver loco a su marido, se dio media vuelta y subió la escalera hacia el piso superior, y a medida que superaba cada peldaño aumentaba su deseo de pedir el divorcio de Dios, que se había quedado a los pies de la escalera con una sonrisita y cara de auténtico gilipollas.

- En vez de eso ¡podrías haber preparado la cena! – gruño Yaneth, a la vez que cerraba la puerta del sótano de un portazo.

Cuándo Dios subió las escaleras, unos 5 minutos más tarde, Yaneth estaba en la ducha, y se fue a la cama sin ni siquiera pasar por el salón donde, como siempre, se encontraba Dios en su hueco del sofá y el mando a distancia.

Pasaron unas horas de vacía programación y miles de anuncios cuándo Dios escuchó un sonido salir desde el ordenador, se acercó a el y se extrañó, pensaba que lo había apagado pero tras una exhaustiva exploración, descubrió que únicamente había desenchufado el cable del monitor, así que lo volvió a conectar y se sonrió al ver, a esas chicas de moral distraída continuando su trabajo.

Tras el susto con su mujer, salió de todas aquellas páginas y decidió buscar trabajo, pero esta vez en serio, sin embargo su inexperiencia en Internet le llevó nada más que a ofertas “engañabobos” y anuncios del tipo “¿Quiere ser usted, su propio jefe? Le contamos como.”

La idea de ser su propio jefe a Dios le satisfizo, nada mejor que no tener horarios y hacer las cosas, tal y como el opinaba, sin rendir cuentas a nadie. Decidió meditar esa idea con la almohada pero ante la negativa de su mujer, buscó consejo en el sofá.

Al día siguiente se despertó solo en casa, Yaneth se había ido ya a trabajar y ni siquiera le había preparado el desayuno, de mala gana, Dios se hizo unas tostadas más bien quemadas y un café completamente aguado, sin saberlo, había inventado el café americano (el primer invento de Dios en nuestro mundo).

Henchido de orgullo tras haberse preparado el solo el desayuno comenzó a recordar detalles del sueño que le acompañó durante la pasada noche, del que rápidamente recordó su idea principal, si bueno era ser su propio jefe, mejor sería tener un mundo a su disposición. Pero conociendo la imposibilidad de llevar ese sueño a la realidad decidió conformarse creando uno en su sótano para aliviar el aburrimiento.

Bajó de nuevo al sótano y cogió aquella gran pelota hinchable, no tardó más de 5 minutos en darse cuenta de que, presentaba la forma exacta, que debería tener un planeta, así que cogió unas tijeras y la cortó para hacer una plana superficie en la que comenzar su trabajo.

Añadió tierra, algunas plantas y pierdas a su nuevo mundo, que distaba mucho de serlo aún, más bien parecía un terrario de aficionado, que había capturado un escorpión. Dios creyó oportuno dotar a su nuevo mundo de agua, pero se le hacia complicado mantenerla con cierta profundidad dentro de los confines del nuevo mundo.

- ¡Maldita sea, el agua se me cae por los bordes! – gritaba Dios una y otra vez.

Intentó parar la marea, creando montañas en los límites del mundo, pero el agua se filtraba por sus faldas y se enmarranaba todo el sótano.

Dios se hallaba en un punto muerto, quería un mundo, pero no quería un mundo seco, pasaron días mientras Dios pensaba como mantener el agua dentro de su mundo sin que esta se cayera por los bordes, mientras tanto, esculpía pequeñas figuras de barro para decorar su mundo.

- A esto le llamaré perro y a esta…… emm serpiente – dijo Dios ante un churro de barro que le había sobrado de la cola del perro.

Y puso estas figuras dentro de su nuevo mundo dando la razón a aquellos que posteriormente defendieran en creacionismo de las especies.

Un viernes, Dios se encontraba cansado, llevaba cinco días trabajando en el proyecto y quería terminarlo en sexto día para descansar el séptimo, que ya estaba bien de tanto trabajar.

Y milagrosamente fue aquel sexto día cuándo a Dios, un tipo que sólo había tenido una idea buena en su vida, tuvo tres grande ideas para finalizar su proyecto.

La primera fue colocar una cúpula de cristal muy alta que le permitiera ver lo que sucedía dentro de su mundo a la vez que mantendría en agua estancada dentro y vio que esto era bueno.

La segunda, fue al ver un par de plantas moribundas y leer algo sobre la fotosíntesis en Internet, por lo que quitó una de las bombillas grandes de su dormitorio e ingenió un sistema rotatorio que daría luz a su mundo durante unas horas y la mantendría a oscuras las restantes, y se dijo a si mismo, que la luz y la penumbra eran buenas.

La tercera fue la necesidad de crear una figura a su imagen y semejanza, alguien con quién poderse identificar dentro de su nuevo mundo y creó un ser muy parecido a él a partir de una arcilla de extrema calidad que le sobró de un trabajo de clase hacía unos 25 años y que aún se conservaba en su bolsita original.

- Te llamaré Adán, dijo Dios antes de depositar al ser humano (sin evolución ni nada) dentro del nuevo mundo.

Aquel día Dios estaba contento de haber terminado su obra, pero su naturaleza despistada no le permitió ver, que el bocadillo de chorizo que se había preparado para la cena se quedó dentro del mundo tras poner la cúpula, y cuándo volvió a tener hambre abandonó el sótano para prepararse un nuevo bocadillo, que se merendó acompañado de una cerveza mientras se quedaba dormido en el sofá.

Al día siguiente se levantó eufórico, pero como era el séptimo día, se lo tomó fiel a su estilo, para descansar, y paso la gran mayoría de las horas en su hueco del sofá, sin extrañar, la extraña ausencia de su esposa.

Mientras Dios, dormitaba en el sofá, con una mezcla de panizo, y migas de patatas fritas en su barba un gran acontecimiento ocurría en su sótano. El bocadillo de chorizo pasado, calentando con el foco que había ideado Dios, y que más tarde sería conocido como Sol, comenzaba a desprender un rojizo líquido, que se mezcló con parte de las aguas estancadas del nuevo mundo. Esta agua, que comenzaban a evaporarse, por la acción del foco, dispersaron las moléculas de chorizo pasado y recalentado por todo el nuevo mundo, impregnando las figuras de barro que Dios colocó y dotándolas de vida propia.

Al día siguiente Dios bajó de nuevo al sótano para seguir con su proyecto, y casi se cae de espaldas al ver que la mitad de las figuras de barro habían desaparecido, abrió la cúpula y retiro el bocadillo de chorizo cuando sintió un ligero picotazo en el dedo. Una especia de gusano le había mordido en el dedo.

- ¡Coño! ¿De dónde ha salido ese pequeño cabronazo?

- Me creaste tu Diosito, o ¿es que ya no te acuerdas?

Dios se quedó mirando la serpiente perplejo, por un momento pensó que se había vuelto loco hasta que se fijo, que el resto de las figuras de barro se movían y le miraban.

- ¿Qué….qué….qué ha pasado aquí?

- Tu sabrás, –dijo la serpiente, eres tú el que nos ha colocado aquí, eres nuestro creador

- ¿Y si soy tu creador, para que me muerdes?

- Porque soy mala -contestó rápidamente la serpiente mientras se escondía entre unas rocas.

- ¡Cuándo te pille te voy a meter mi creación por el culo!

Dios estaba perplejo, miraba su nuevo mundo, anonadado, estuvo durante más de 30 minutos mirando por cada rincón, hasta que descubrió a Adán comiéndose una pequeña figura a la que Dios aún no había puesto nombre.

- ¡Eh tú! No te comas las figuras que me llevaron un rato hacerlas.

- Lo siento – dijo Adán masticando, pero tengo hambre y necesitamos alimentos, además no he sido el único, muchas de las figuras que creaste comenzaron a comer hierbas, y todos tratamos de imitarles, pero al no gustarnos las verduras no los comimos a ellos.

- Ósea que todo el tiempo que perdí con esos….

- Esos serán los conocidos como fósiles. -Replicó Adán. Te aconsejo que repongas esos animales o el resto moriremos de hambre.

- ¿Qué dices? Esto de mantener el nuevo mundo será muy laborioso

- Considero que debes crear macho y hembra de la misma especie, eso te facilitaría el trabajo.

- ¿Ah sí? ¿y eso?

- ¿En serio tengo que explicártelo? – dijo Adán con sorna.

- ¿Tú también quieres una compañera?

- Pues si no es molestia si, Dios, me han salido ya callos en la mano

- ¿En un día? Que marrano eres, - dijo Dios para recriminarle, pero luego recordó que hizo a Adán a su imagen y semejanza y decidió desviar el tema. Pues no me queda arcilla con la que te hice a ti, y no se de que tipo era para poder comprar más.

- Mira – dijo Adán, cógeme un trozo y a ver si alguien sabe que tipo de arcilla es, si puede ser una costilla, así mientras me haces la compañera, mi mano puede descansar.

Y así lo hizo, Dios extendió su mano y le quitó una costilla a Adán, con ella, consiguió comprar, más arcilla del mismo tipo y tallar a Eva, para la cual se inspiro en las chicas de moral traviesa que había en las paginas de Internet, asesorado por Adán, para elegir a la modelo que daría cuerpo a Eva.

Y así fue, como Eva, tras pasar por el baño de las aguas con chorizo pasado recalentado, se convirtió en la compañera de Adán, con el paraíso a su disposición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora comprendo eso de que internet es la religion del siglo XXI. Bueno dejo constancia de q he pasado por aca, sigue actualizando esto o no entrara ni nuestro Señor en la peor de sus apatias. Por cierto estoy deseando llegar a la parte de la biblia en q Dios creo a Barragan, tras ese momento, no se yo quien es el amo de quien. Bueno nen, dale caña, a Dios le quedo este mundo porque ademas de porno, solo leia tu blog cuando interneaba... Nos vemos mazorcas

Anónimo dijo...

Ey man!! sigue que aun queda mucha historia que descubrir no??